Jornada Mundial de la Juventud 2013
"No se cansen de trabajar por un mundo más justo y más solidario. Nadie puede permanecer indiferente antes las desigualdades que aun existen"
Papa Francisco
sábado, 12 de enero de 2013
I ENCUENTRO DE JOVENES CRISTIANOS DEL ANDEVALO
El pasado sábado 12 de enero tuvo lugar en la ermita de Santa Bárbara de Tharsis el I Encuentro de Jóvenes Cristianos del Andévalo con el objetivo de que los jóvenes creyentes de los pueblos de este arciprestazgo se conocieran, se unieran y de paso pusieran en común ideas para poder acercar a la juventud el mensaje de Jesús.
A las doce del mediodía y a pesar de la lluvia, los chavales asistentes se reunieron para empezar, no sin antes darles la bienvenida y transmitirles que se les recibía con los brazos abiertos, además de comunicarles la esperanza depositada en aquella jornada para poder seguir compartiendo su fe en el futuro.
El día comenzó con un primer vídeo en el que se invitaba a la juventud a mirar de un modo diferente, con una mirada tierna y solidaria, como Dios mira al mundo. A ser inconformistas y saber que hay muchas causas por las que rebelarse. Es hora de hacer algo por los demás, no basta con quedarse sentado ni con lamentarse. Las manos nuevas también hacen falta.
Seguidamente, en un segundo vídeo, diferentes jóvenes daban a conocer sus opiniones sobre varios asuntos relacionados con Dios y la Iglesia, durante este video los muchachos fueron anotando todo aquello que luego quisieran compartir con el resto de compañeros. Al final del mismo se pudo recordar el mensaje que Benedicto XVI trasladaba a los jóvenes durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid, y que ellos entendieron que era lo que se les encargaba que realizaran en nuestro arciprestazgo: “No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe”.
Tras los vídeos, llegó la hora de conocerse entre ellos. Para empezar, disfrutaron de un juego en el que entre carrera y carrera comenzaron a relucir las primeras sonrisas y a intercambiarse las primeras palabras. La timidez desapareció en poco tiempo y así se pudo pasar a la formación de los grupos, donde iban siendo repartidos tras presentarse ante los demás.
Una vez agrupados, cada uno fue poniendo en común aquello que más le había llamado la atención de los vídeos vistos al principio. Lo que les conmovió, les hizo pensar o dudar. También aquello que creyeron que no podían dejar de compartir con sus compañeros porque quizás a ellos también pudiera ayudarles.
Llegó entonces la hora del almuerzo, donde ya la unión se puso de manifiesto a la hora de preparar entre todos la mesa y compartir lo que cada uno había llevado para comer. Para reposar, el grupo completo dio un paseo por el recinto de la ermita aprovechando los rayos de sol, que a esa hora de la tarde ya se habían impuesto a la lluvia. Fue ése el momento en el que se pudo ver alcanzado uno de los objetivos del día: se habían conocido y estaban unidos.
No obstante, aún quedaba tiempo para pensar en aquellos jóvenes que se encuentran distantes de nuestras parroquias. Fue eso lo que les ocupó a nuestros chavales el tramo final de la tarde, desembocando en dos ideas principales. La primera, que somos los propios jóvenes los más adecuados para comunicar a la juventud por qué creemos en Dios. Y la segunda, que tiene que ser nuestra forma de actuar la que les lleve a pensar que Jesús está presente en nuestras vidas.
Fue así como concluyó la jornada, haciendo un balance positivo de la misma, agradeciendo a todos aquellos que habían hecho posible aquel primer encuentro y deseando que la próxima cita no fuese demasiado tarde. La tarea hasta entonces ya estaba encomendada: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”.
Jesús Ángel Gómez Martín
Joven de San Bartolomé de la Torre.